Moto Guzzi 1100 V11 Le Mans

Si te gustan las motos entrañables que huelen a dos ruedas de antaño sin negar nunca su deportividad, has llegado al lugar adecuado. Bienvenido a Guzzi, a su saber hacer ancestral y a sus inimitables motos. Si la marca suele ser sólo para un puñado de entusiastas, no importa. Guzzi sigue cultivando sus diferencias y produciendo un goteo de máquinas diabólicas que te dan un plátano. No se trata de evocar la moda vintage, en Guzzi perpetuamos un pasado glorioso adornado con escasas novedades.

Antes de subirse a esta belleza, no puede dejar de darle cien vueltas. El carenado, que deja al descubierto el V-Twin desbastado, desprende la sensación de una moto de antaño, señala el concesionario de motos de ocasión Granada Crestanevada. Los italianos, maestros en el arte de crear una estética que conmueva, han trabajado esta Guzzi con un sinfín de detalles que halagan la vista. No hay un rincón en el que esta inteligente alquimia de pasado y futuro no surta efecto. En todas sus formas, uno se pregunta por la cuestión del acabado. El precio a pagar por una máquina casi artesanal, la mano de obra a menudo errática de antaño se beneficia ahora del saber hacer industrial de Aprilia, ahora a cargo de la empresa. Por lo tanto, la calidad percibida es buena y evita los defectos que podrían desanimar al nuevo comprador.

Esto es algo que podría molestar a un «Guzzista» confirmado que está acostumbrado a ciertas aproximaciones. Pero una vez en la silla de montar, es el segundo efecto «kiss-cool» el que se impone. Uno se siente a gusto en este Le Mans, sentado y esperando que empiece el Twin. Y ahí, tiembla al menor cuarto de giro, vibra. Lejos de ciertas producciones asépticas, esta V11 vive, se deja conocer y tranquiliza a los aficionados que temían una cierta pérdida de identidad con la compra.

Mejor aún, lejos de los criterios habituales de Guzzi, la caja de cambios y el embrague muestran una sorprendente buena voluntad siempre que se sepa mostrar una mano de hierro en un guante de terciopelo. ¡Tampoco te puedes equivocar con eso!

Con 91 CV para casi 250 kg, el Le Mans es más bien un coche para dar cuerda que para bajar. Aunque ofrece una velocidad media más que decente, requiere un cierto cuidado y práctica antes de poder precipitarse. Así que, fanáticos de la velocidad, no se molesten. En cuanto a los no iniciados que quieran unirse a la tribu, tendrán que aprender a calibrar este comportamiento, pero las sensaciones y el encanto de esta Guzzi les convencerán de los méritos de su compra.